domingo, 1 de abril de 2018

Retoque fotográfico

En la época de la antigua Unión Soviética, el retoque fotográfico tenía una intención claramente propagandista. Se realizaba de forma artesanal, pintando directamente sobre el negativo, o bien sobre la foto revelada. El proceso no era muy distinto a lo que se realiza hoy en día, con los pinceles digitales de Photoshop. Y el hecho de que las fotografías fueran en blanco y negro eliminaba la dificultad de mantener la consistencia cromática.

El primero de los ejemplos que os quiero mostrar es esta foto de Stalin paseando junto al río, en compañía de algunos de sus colaboradores. La foto de la izquierda es el original. La foto de la derecha es la que fue publicada. Como podéis ver, se ha eliminado a uno de los integrantes de la misma, debido a que fue ejecutado y, por lo tanto, considerado persona non grata con efecto retroactivo:

Revolución industrial en España

La revolución industrial en España o revolución industrial española es un concepto historiográfico que designa a las diferentes manifestaciones que se dieron en España del proceso histórico global denominado revolución industrial, especialmente de su primera fase (primera revolución industrial) -de mediados del siglo XVIII a mediados del siglo XIX-, puesto que las siguientes se suelen denominar segunda revolución industrial -de finales del siglo XIX a mediados del siglo XX- y tercera revolución industrial -finales del siglo XX y comienzos del siglo XXI-.

Como concepto económico, desvinculado de sus aspectos historiográficos, se refiere al proceso de industrialización en España.

Ambas formas de entender los mismos hechos y procesos son analizables desde diversos puntos de vista, como su ritmo particularmente lento, dado el carácter precoz en sus inicios y su largo desarrollo, al menos en relación a otros países europeos como Gran Bretaña o Alemania.

La situación descrita provocó que la industrialización española se produjera con retraso respecto al proceso iniciado en Europa. Desde el comienzo del reinado de Isabel II, en 1833, el proceso de industrialización se aceleró. La ausencia de capital suficiente en el interior había limitado hasta entonces el avance del proceso de industrialización. Fue en este periodo cuando se empezó a suplir la falta de capitales internos con la inversión procedente del exterior. La financiación exterior jugó un papel fundamental en el proceso industrializador español proporcionando no sólo los recursos financieros hasta entonces insuficientes sino también adelantos técnicos ya extendidos por Europa que empujaron el proceso industrializador.